La Federación Internacional de Fútbol quiere prohibir cualquier "exaltación pública de fe" de los jugadores en el próximo Mundial de Suráfrica.
En la final de la pasada Copa Confederaciones los futbolistas brasileños liderados por Kaká oraron juntos en el campo tras imponerse en la final a Estados Unidos. Eso provocó las quejas del presidente de la Federación de Dinamarca, Jim Stjerne Hansen, que dijo que "la religión no tiene sitio en el fútbol". Blatter recogió el guante y amonestó a Brasil, al que la FIFA ya había advertido por el mismo motivo tras conquistar el Mundial 2002, en Japón; también debido a las manifestaciones de fe de los numerosos jugadores evangélicos de la selección carioca.
En la final de la pasada Copa Confederaciones los futbolistas brasileños liderados por Kaká oraron juntos en el campo tras imponerse en la final a Estados Unidos. Eso provocó las quejas del presidente de la Federación de Dinamarca, Jim Stjerne Hansen, que dijo que "la religión no tiene sitio en el fútbol". Blatter recogió el guante y amonestó a Brasil, al que la FIFA ya había advertido por el mismo motivo tras conquistar el Mundial 2002, en Japón; también debido a las manifestaciones de fe de los numerosos jugadores evangélicos de la selección carioca.
Se critica a la FIFA que coarte esta libertad de expresión, mientras no se preocupa - por ejemplo - del uso y publicidad de prendas y materiales deportivos fabricados por niños esclavos o con comercio injusto.
La FIFA no sólo estudia prohibir las oraciones públicas, sino que también se plantea evitar que los jugadores luzcan camisetas con mensajes de fe o religiosos. El más conocido es el "Yo creo en Jesús" o "Yo amo a Jesús", textos que todo el mundo pudo leer en las camisetas de todos los jugadores brasileños, liderados por Kaká, tras conquistar su último título, el pasado mes de Junio en Suráfrica tras ganar a los EEUU.
La FIFA, evidentemente, no sólo se plantea reprimir las manifestaciones cristianas, sino que la medida afectará a todas las confesiones y credos. Los futbolistas musulmanes tampoco podrán rezar en los estadios de Suráfrica si la medida prospera en el próximo Mundial.
De momento le ha respondido La Iglesia brasileña Renacer, a la que pertenece Kaká. También desde el Vaticano, Eddio Constantini, presidente de la Fundación Juan Pablo II, replicó que "Blatter y la federación de Dinamarca se equivocan. Es un error vaciar el fútbol de los valores éticos que la fe cristiana y la Iglesia católica defienden desde hace siglos. Espero que lo reconsideren". "Sólo una revolución capaz de formar atletas y hombres podrá restituir al deporte el significado auténtico que violencia, dopaje, racismo y dinero amenazan con quitarle".
Por su parte, los futbolistas de una y otra religión no están dispuestos a que se les recorte sin más razones el derecho a la expresión pública de su fe.
Fuente: www.noticiascristianas.org